jueves, 28 de junio de 2012

Microficciones 05

“Al verla esta vez tan real al otro lado de mi pupila, no alcanzaba a comprender sin ponerme triste, en que momento había dejado de robarme el sueño, para quitarme definitivamente las ganas de vivir”

15 días

Día 15 
Digamos que estoy ya en la recta final, hace 6 meses supe que moriría y hoy comienzo a relatar la cuenta regresiva hasta el final, ese final que todos deberemos afrontar en algún momento. A veces llega de forma inesperada, fugaz, quitándonos todo de las manos sin piedad y otras veces como en mi caso, nos da una alerta para que vivamos realmente los últimos días en este mundo.
Antes de continuar, considero necesario explicar mejor los motivos que me llevaron a tomar la decisión de relatar mis últimos días. Me gusta escribir, de hecho he escrito algunos cuentos y relatos breves, pero cuando me preguntan por qué escribo solo respondo que es algo que me gusta hacer, mas en el fondo sé con toda seguridad que lo hago porque me siento solo.
La soledad personal es tal vez el motivo que impulsa a los grandes escritores, no es que yo lo sea, estoy lejos de ser uno, pero en las letras encuentro eso que en el  mundo concreto no logro alcanzar, me refiero al poder de lo abstracto, ese sentimiento de creer que puedo nacer de nuevo y en el papel ser alguien completamente distinto, esa persona que realmente me gustaría ser.

Microficciones 04

“Es extraño que a pesar de todo,me sigan diciendo niño.”

Microficciones 03

“Supe que nada entre nosotros funcionaría, cuando descubrí que eras igual a mi”

miércoles, 27 de junio de 2012

El taxi

Fuente
Por muy oscuro que parezca todo, siempre
habrá alguien dispuesto a escucharnos. 
Esperaba con su sombrero negro y gastado bajo el destartalado paradero de buses, la lluvia salpicaba en el pavimento y en los neumáticos de los autos que corrían veloces por la amplia avenida de la ciudad. Los ojos tristes y sin vida de Mauricio miraban los altos edificios al otro lado de la avenida principal sintiéndose miserable. Frente al semáforo un grupo de personas, separadas únicamente por la distancia de sus paraguas, esperaban el cambio de luz para cruzar al otro lado, cada una tenía su destino, algunas regresarían a sus hogares, otras esperarían el bus o entrarían a una tienda, algunos hombres solitarios se refugiarían en un café para combatir el frío. Mauricio trataba de imaginar a donde irían esas personas, imaginaba sus vidas, sus familias, sus sueños. Se sentía distinto a ellos, añoraba tener un rumbo.

Microficciones 02.

Hoy es otro de esos días que llegan sin avisar y en tan solo un segundo me envuelven en las garras sombrías de la muerte, esos que para mí terminan siendo eternos, sin fronteras definidas ni antídoto eficaz.
Acostado y mirando lo que puede verse del mundo a través de la ventana, desde mi cama pienso únicamente en desaparecer, cerrar los ojos y esfumarme como el vapor al cielo, sin dejar estelas de recuerdos que otros pudiesen ver.

Microficciones 01

Sentado frente al viejo escritorio, rodeado con la tenue luz de una vela. Horacio se disponía a abrir las cartas que confirmaban la reunión. Habían pasado 5 años desde la despedida que los distanció. Pese a que en algún momento se engañaron con la idea de una amistad indestructible, los distintos caminos terminaron por distanciarlos inexorablemente, pero hoy después de tanto tiempo, estarían todos juntos nuevamente y podrían compartir viejos recuerdos otra vez.
LLegó la noche, sobre la mesa gran cantidad de alimentos, tres botellas de vino, seis personas mirándose lejanas y un silencio sepulcral que helaba la buena amistad de antaño.

Carta a Paula

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Paula…
No soy bueno escribiendo cartas, de hecho ni siquiera sé cómo comenzar una, pero creo que dar disculpas por no saber cómo escribirla no debe ser la forma más apropiada para comenzar.
Seré directo, escribo esta carta no con la intención de conseguir algo de ti, sino, con el deseo más profundo de que sepas lo que siento, de mostrarte mi interior, ese interior que por tanto tiempo ha estado oculto y que nadie ha sido capaz de descubrir hasta ahora. Quizás no sabes mucho de mí (Algo totalmente natural considerando que las únicas palabras que intercambiamos son un hola y un ¿Cómo estás?)  Es necesario entonces que sepas que no soy como los demás, esas personas que no tienen vergüenza de contar lo que les pasa, mi vida siempre ha sido un misterio para los demás, incluso para quienes tengo cerca. Esta será además la primera que vez que abra las puertas de ese lado tan escondido a otra persona, conocerás entonces esos pensamientos en los que desde hace mucho resides tú.

Me llamo Edgardo Sandoval.

Me llamo Edgardo Sandoval, y a través de estas líneas busco explicar una serie de cosas en torno a lo que me gusta hacer, escribir. Una vez, un joven que había leído uno de mis cuentos, me pregunto si tenía claro desde niño que sería escritor. Evidentemente es una pregunta difícil, porque realmente, siento que llamarme escritor es una exageración, por lo tanto, de no considerarme hoy un escritor, mucho menos se me hubiese pasado por la mente a tan corta edad que podría serlo. Ahora bien, es cierto que desde pequeño supe que no dejaría de escribir. Lo supe desde que tomé la vieja pluma de mi padre y escribí por primera vez. Tenía no más de 9 años cuando escribí ese cuento que hoy me parece ridículo y que al crecer terminó convertido en cenizas. Y es que escribir para quien durante su infancia solo tuvo por compañía, libros y su imaginación infantil resulta totalmente natural. Recuerdo además que en mi adolescencia desarrollé de mejor manera la capacidad para crear nuevos mundos en el papel, esas primeras y oscuras historias, con finales funestos y personajes solitarios, resultaron siempre ser mi fiel reflejo. El papel sobre la mesa se convertía en el espejo en el cual mi silueta se dibujaba con toda la magia de las palabras. Esos relatos a diferencia de los primeros se resistían al fuego y terminaron por sentar las bases para mis trabajos posteriores. La soledad, el desamor, el suicidio, la necesidad de una mano amiga, los conflictos internos y la muerte han sido siempre mis temas favoritos y son justamente los que están presentes en la mayoría de mis escritos, porque son también parte de mi vida.
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